¿Quién es más feliz, los hombres o las mujeres?

Photo by Dani Vivanco on Unsplash

Algunos sugieren que la felicidad está relacionada con el cumplimiento de metas; el enfoque de las mujeres está en las relaciones y la vida familiar, mientras que los hombres están más preocupados por el éxito financiero y profesional.

Al extrapolar estas generalidades, podríamos concluir que las mujeres podrían ser más felices cuando son más jóvenes y están criando a sus familias, y los hombres más satisfechos cuando reflexionan sobre el avance exitoso de su carrera. Pero estas son conjeturas.

Las mujeres valoran la autoestima basada en las relaciones, mientras que los hombres valoran el control.

Las mujeres miden su valor en base a las opiniones de otras personas, experimentando el síndrome del impostor, lo que les hace dudar de la validez de sus logros. Los hombres están dispuestos a correr más riesgos aunque puedan tener dudas internas. Los hombres solicitan puestos en los que carecen de experiencia (mientras que las mujeres normalmente no se postulan a menos que estén 100% calificadas). Y es posible que las mujeres experimenten más estrés y menos felicidad al reprimirse y dudar de sus habilidades.

El miedo al fracaso puede hacer que las mujeres sean demasiado sensibles a las colas sociales o interpersonales, pueden internalizar los problemas o reprimir la ira para evitar conflictos. Estas pueden ser acciones inconscientes para mantener las relaciones.
Así como el estrés puede reducir la felicidad, las emociones positivas y la gratitud pueden aumentar la felicidad. Las mujeres son más propensas a experimentar emociones positivas intensas y expresar gratitud que los hombres. Los estudios vincularon el deseo de las mujeres de contribuir a un cambio positivo con una mayor alegría, paz y satisfacción. Las mujeres tienden a priorizar las necesidades de los demás sobre las propias.

En resumen: la felicidad no se define por el género, depende de cómo veas la vida.

Hay sorprendentes similitudes entre las personas felices. Son optimistas, positivos y esperan que sucedan cosas buenas. La gente feliz ve un vaso medio lleno; viven en el momento. Y como no esperan que todo salga perfecto, ni se centran en el futuro, experimentan menos estrés.

Las personas felices son menos envidiosas de los demás, es más probable que muestren empatía y apoyo en lugar de competencia. No hay correlación entre el dinero y la felicidad, siempre y cuando tengas suficiente para las necesidades básicas.

La felicidad no es tener lo que quieres sino estar contento con lo que tienes

Las personas felices tienden a gustarse a sí mismas, a sentirse en control y tienen un enfoque similar de la vida. Gente feliz: