Los líderes de la ciudad están cambiando las reglas para correr la voz acerca de los principales proyectos de demolición en respuesta a las consecuencias sobre una implosión planificada de la planta de energía que tomó por sorpresa a muchos residentes y personal de primera respuesta.
Bajo la nueva regla, que un funcionario calificó como de «sentido común», se les exigirá a las compañías que notifiquen a los residentes y los medios por lo menos 10 días antes de cualquier explosión programada para evitar la repetición de la confusión del último fin de semana. En el futuro, los representantes del escuadrón antiexplosivo de JSO, la división de prevención de incendios de JFRD, la Oficina de Administración de Riesgos y la Oficina del Asesor Jurídico General aún deben firmar cualquier demolición, pero ahora el público tendrá más avisos.
