Jane Fonda enarboló la bandera de los movimientos de las trabajadoras domésticas y agrícolas que demandan al Congreso reformas legislativas al amparo de las campañas #MeToo y #TimesUp, que marcan más que un «momento», una corriente que «ha llegado para quedarse».
«Esto es algo que va continuar, no es algo que vaya a desvanecerse. Esto no es un momento, es un movimiento», aseguró Fonda en una conferencia organizada por diversas asociaciones sociales en las entrañas del Congreso, en pleno Washington.
Fonda defendió la importancia de estos dos movimientos, surgidos hace cerca de un año a raíz de las acusaciones efectuadas por varias actrices contra el otrora todopoderoso productor Harvey Weinstein.
«Nos damos cuenta de que el hecho de que esto haya evolucionado como lo ha hecho es porque las mujeres que alzaron sus voces eran blancas y famosas», reconoció la artista, quien no obstante destacó que la obligación ahora de Hollywood es actuar a modo de «repetidores» difundiendo el mensaje de mujeres más humildes.
Según La actriz, desde el principio se produjo una fuerte «sinergia» entre las celebridades del mundo del cine y las trabajadoras de industrias más humildes, lo cual ha permitido que se comience a escuchar las voces de todas las mujeres, un momento que, reconoció, «nunca» creyó que llegara a ver en su vida.
«Si realmente queremos hacer frente y resolver estos problemas sobre los derechos de las trabajadoras, la dignidad y la seguridad ante el acoso sexual en el lugar de trabajo (…), vamos a tener que alzarnos unidas por el amor y la alianza junto a nuestras hermanas de otros sectores», observó la popular activista.
En este sentido, la presidenta de la Alianza Nacional de Campesinas, Mónica Ramírez, quien también participó en el acto, admitió que las trabajadoras del campo están sintiendo «el apoyo de las personas de la industria del entretenimiento», pero recalcó que la exigencia de mayores protecciones laborales afecta a «todos los sectores».
«Llevamos a cabo nuestro trabajo como un colectivo y estamos ayudando a otros sectores, como la restauración, la hostelería, las industria… Este no es solo un movimiento para solo un par de grupos», recalcó Ramírez, cuya causa ganó notoriedad tras ser invitada por la actriz Laura Dern a la última edición de los Globos de Oro.
Fonda, que desde hace años se ha convertido en firme defensora de causas sociales, no ha dudado en sumarse a esta lucha ya que, dijo, las mujeres de Hollywood tienen el deber de «ponerse del lado» de estas trabajadoras y prestarles todo su apoyo.
«Estas mujeres -a menudo mujeres de color, muchas veces inmigrantes- son muy, muy vulnerables porque trabajan de forma aislada, por lo que sus voces no son escuchadas», lamentó Fonda. «Si estamos siendo atacados es porque estamos siendo efectivos. Estamos aquí para amplificar esas voces que necesitan ser escuchadas, es así como debemos emplear nuestra popularidad, alzando la voz por todos los trabajadores», concluyó la actriz.