La Iglesia católica latinoamericana, con la coordinación del Vaticano, lanzó este lunes un plan de ayuda para los emigrantes de Venezuela, un programa piloto para acoger, proteger e integrar a los miles de venezolanos que han tenido que salir del país por la crisis.
El plan, que lleva el nombre «Puentes de Solidaridad», fue ilustrado este lunes en el Vaticano por los encargados de la sección migrantes del Dicasterio (ministerio) para la Promoción del Desarrollo Humano Integral de la Santa Sede. A pedido del papa Francisco, ocho conferencias episcopales de América del Sur, entre ellas Brasil, Colombia, Ecuador, Perú, Chile, Bolivia, Paraguay y Argentina, «decidieron unir fuerzas para dar una respuesta conjunta a los desafíos puestos por los flujos masivos de venezolanos, quienes han migrado a otro país sudamericano en estos últimos años», explicó en un comunicado el Vaticano. La iglesia latinoamericana quiere aportar ayuda concreta a través de «una acción coordinada» a los venezolanos más vulnerables que han tenido que huir, así como a las comunidades locales que los reciben, precisa la nota.