El papa Francisco aceptó la renuncia del obispo en el centro de un caso de abusos sexuales en la Iglesia en Chile y de otros dos.
El pontífice aceptó la dimisión de los obispos Juan Barros, de la diócesis de Osorno; Gonzalo Duarte, de Valparaíso, y Cristian Caro, de Puerto Montt.
El conjunto del episcopado chileno había presentado su dimisión conjunta el 18 de mayo pasado, tras una serie de encuentros con el papa Francisco en el Vaticano.
Barros estuvo en el escándalo de abusos sexuales en la institución chilena desde que Francisco lo nombró obispo de Osorno en 2015, pese a que había sido compañero del sacerdote pedófilo más conocido de la nación sudamericana y de haber sido señalado por las víctimas, que dijeron que fue testigo de lo que ocurría e ignoró los abusos.
El papa Francisco defendió a Barros durante su viaje en enero a Chile, pero al regresar al Vaticano ordenó una investigación que determinó que había sido mal informado sobre el caso. Se disculpó a las víctimas y admitió «graves errores» luego de leer un informe de 2.300 páginas sobre los abusos en Chile.
Barros fue acusado en Chile de encubrir los casos de abusos sexuales cometidos por el influyente cura Karadima cuando este era párroco de la iglesia de El Bosque, ubicada en un barrio santiaguino y frecuentada por familias acomodadas.
En abril, el Papa recibió a tres víctimas de Karadima a quienes pidió perdón.