Por John Piacentini, PhD
Regresar a la escuela puede ser un momento estresante para los niños y las familias. Puede haber grandes cambios como cambiar a una nueva escuela o tener más de un maestro. Los niños que aprenden y piensan de manera diferente pueden estar particularmente ansiosos por mantenerse al día o encajar.
Si su hijo está ansioso o preocupado antes del comienzo de la escuela, estos consejos pueden ayudar.
Hablar de la transición
Es importante que su hijo sepa que usted está allí para escucharlo y ayudarlo a resolver problemas. Encuentre un momento para hablar cuando su hijo esté relativamente tranquilo. (Evite momentos como cuando su hijo está molesto o cuando se prepara para ir a la escuela). Aquí hay algunas cosas que puede decir.
“Pensemos en formas en las que puedo ayudarte a que el regreso sea más fácil para ti”. Por ejemplo, puede empacar un refrigerio especial o acompañar a su hijo al salón de clases (si está permitido) los primeros días. Pero deje en claro que quedarse en casa y no ir a la escuela solo porque su hijo no quiere ir no es una opción.
«¿Qué es lo que le gusta de la escuela?»
Hable acerca de los buenos recuerdos de años anteriores. Resalte estos momentos positivos y utilícelos como un recordatorio de que la escuela puede ser gratificante y divertida.
“¿Hay algo en particular sobre este año escolar que te preocupa?”
¿Su hijo está ansioso por mantenerse al día? ¿Llevarse bien con los profesores? ¿Haciendo amigos? ¿Ser intimidado? Hablar sobre las preocupaciones específicas de su hijo puede ayudarlo a encontrar soluciones específicas.
“Veo que estás ansioso por la escuela. Pero creo en ti y estoy aquí para ayudarte”.
Proyectar una sensación de confianza y comprensión puede parecer algo sin importancia. Pero cuando los niños saben que usted sabe por lo que están pasando, puede marcar una gran diferencia.
No reacciones a las rabietas
A veces, la ansiedad puede conducir a arrebatos de ira. Si su hijo tiene una rabieta por volver a la escuela, trate de mantener la calma y evite enojarse o molestarse. Esto puede ser difícil de hacer en el momento, pero hace una gran diferencia.
Las rabietas son un comportamiento de búsqueda de atención. Es mejor ignorarlos y luego elogiar a tu hijo cuando veas un comportamiento más tranquilo. Más tarde, pregunte cuándo sería un buen momento para hablar sobre por qué su hijo estaba molesto.
Comience a cambiar temprano al modo escuela
Esperar hasta el último minuto para cambiar los horarios y las rutinas puede hacer que algunos niños se sientan más ansiosos, no menos. Comience el proceso antes de que comience el año escolar.
- Practique rutinas matutinas y vespertinas. Muévase a un horario de año escolar por adelantado (idealmente unas semanas antes, pero no menos de una semana). Eso incluye la hora de levantarse de la escuela, la hora de acostarse y la hora de comer.
- Pon todo en orden antes de tiempo. Reúna los útiles escolares necesarios al menos una semana antes de que comiencen las clases. Trabaje en organizar la mochila de su hijo. Y conoce el horario de clases si lo tienes.
- Dele opciones a su hijo. Haga que su hijo escoja qué ponerse el primer día de clases. O haga que su hijo elija una comida favorita para la cena de esa noche. Tener una opción les da a los niños una sensación de control y entusiasmo por la escuela. (Con niños más pequeños, puede elegir algunas opciones y dejar que ellos decidan).
- Póngase en contacto con otros para obtener apoyo. Trate de establecer un tiempo para que su hijo y un compañero de clase jueguen antes de que comience el año escolar. También es una buena oportunidad para ti. Hablar con otras familias sobre sus propias luchas y éxitos en el regreso a clases es un recordatorio de que no está solo.
Hablar con su hijo y tomar medidas para aliviar las preocupaciones puede facilitar la transición de regreso a la escuela. Pero si estas estrategias no ayudan, vigile lo que está viendo. Puede usar un registro de ansiedad para tomar notas. Las notas serán útiles si decide comunicarse con alguien, como un profesional de la salud, para obtener ayuda.
Conclusiones clave
Es importante que le demuestre a su hijo que lo entiende.
Comenzar temprano las rutinas del año escolar puede reducir la ansiedad.
Ignore las rabietas para llamar la atención sobre el regreso a la escuela.
Sobre el Autor: John Piacentini, PhD es profesor de psiquiatría y director del Centro de Educación y Apoyo para la Resiliencia a la Ansiedad Infantil (CARES) de la UCLA.